jueves, 3 de julio de 2008

Venir después

Venir después

 

Hay días en los que me digo: los psicoanalistas en realidad no descubrieron gran cosa; sin Freud, sencillamente ni siquiera existirían. No solamente es su padre originario, el fundador de lo que no se atreven a llamar su ciencia –él no vacilaba- y el inventor de lo que no les gusta llamar su profesión –aunque sea lo que les da de comer. Freud es aquel cuyas huellas pisamos. Somos seguidores.

 

Y resulta que uno de esos días marcados por el desencanto de no ser más que un seguidor entre otros seguidores, oigo en la radio a una mujer, psicoanalista también, diciendo con serenidad: “Freud estaba animado por el descubrimiento del inconsciente y no solamente, como les ocurre a los analistas de hoy, de los inconscientes.” La fórmula cae en el lugar indicado. Me seduce, expresa constatación más que desencanto. Es verdad que la ambición no es la misma, es más limitada, pero persiste, sigue viva. Quizá, incluso, yendo al encuentro de los inconscientes en su singularidad, se acerca más a las personas y las neurosis en lo que cada una tiene de único.

 

Sin embargo pienso, como imagino que le pasa a todo analista –y me resulta muy desagradable- que todo lo que hago es adentrarme en caminos ya señalizados. Si nunca hubiera oído hablar de teorías sexuales infantiles o de escena originaria, de pulsión de muerte o de angustia de castración, sin duda lo único que podría hacer es ir a la deriva en un torrente de palabras e imágenes. Sí, pero, ¿y si lo que aprendí me impidiera oír? ¿Y si me aferrara a lo ya nombrado-identificado sólo por miedo a perderme? Una interpretación que surge de lo que sé y no de lo que me conmueve no es una interpretación.

 

No existe un comienzo primero. Freud mismo vino después. Las histéricas vienesas, Juanito, el hombre de las ratas, su propia neurosis, le enseñaron el psicoanálisis. En el campo que sea venimos siempre después y, sin embargo, indefinidamente, comenzamos. Cada análisis, sea cual fuere el número de años de nuestra práctica, es la primera vez.”

 

                                                                                                                      J.B.Pontalis

 

 

 

  

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por sacrificar tu tiempo y dejar al público este blog. Ya lo estoy recomendando. No sé si quizás en el futuro cercano presentes algún post sobre Sartre y el psicoanálisis. Verbigracia conceptos como la mala fe; además la casualidad o causalidad de la expresión, cúspide, tanto de la fenomenología y el psicoanálisis en un momento histórico determinado. Empero el divorcio del cual ya siquiera queda el fallo, como sí Schopenhauer, Nietzsche y Freud no sólo no serían indisociables, sino carentes de conectividad alguna. Como resultado en filosofía no se sabe de Sigmund (vergonzoso) y en psicoanálisis de Arthur y Friedrich. Ahora están los que aún intentan la vida del hombre del renacimiento, y no sucumben ante una división del trabajo que como ya no encontró fuerza de trabajo por dividir termina dividiendo al hombre en sí. Y sí pudieras hacer un favor, no me recomiendas algún autor que desde el psicoanálisis trate el instinto desde un paradigma diferente al freudiano, pues aquella acepción positivista del siglo XVIII como empirista y materialista histórico dialéctico existencialista no me convence.
Apolo

salocin dijo...

Hola Apolo,
En rigor, el tiempo sacrificado no es demasiado, como verás hace casi un año que no actualizo el blog, luego del entusiasmo inicial. De todas maneras te agradezco el comentario y te confieso que me da ganas de seguir. La relación entre psicoanálisis y filosofía es compleja. ¿Qué psicoanálisis? ¿Qué filosofía? Ahí ya tenemos para entretenernos bastante. Respecto a Sartre, es muy interesante recuperar algunos aspectos de su pensamiento y sobretodo el vínculo que tuvo, tremendamente ambivalente, con el psicoanálisis. no se si estará a mi alcance pero puedo seguirte en tu investigación. En cuanto al tema del instinto (supongo que te estarás refiriendo a la pulsión, acá hay todoo un problema de traducción, Trieb en Alemán)también es problemátizable aún al interior mismo de la obra de Freud. Hay momentos más biologisistas y otros más "culturalistas. para mi laplanche es un autor muy recomendable.
otra vez, gracias

salocin

Anónimo dijo...

Gracias por la recomendación, creo que Diccionario del psicoanálisis es lo que necesito, pues leí las obras completas de Freud por mi cuenta y necesito contrastar.
En deuda
Apolo

Ocin dijo...

Hola Apolo, gracias por comentar, de todas maneras, te aclaro que cuando me refería a Laplanche no era sólo al diccionario (en rigor Vocabulario) sino a su obra que es vastísima. Por ejemplo "Nuevos fundamentos para el psicoanálisis" o "La revolución copernicana inacabada" (traducida al castellano como "La prioridad del otro en psicoanálisis") Si te interesa te invito a visitar un blog de un seminario que estoy dictando en Rosario.

http://psiquismoysubjetividad.blogspot.com